Redacción, 09-06-2016.-Un menor que permanezca solo en un vehículo durante tan solo 10 minutos seguidos a una temperatura exterior cercana a los 25 grados tiene muchas posibilidades de sufrir un golpe de calor, una circunstancia que se manifiesta con mareos, vómitos, dolor de cabeza y taquicardia, que es más frecuente entre los niños que los adultos y que se repite con mucha frecuencia cuando llegan los meses de mayor calor.
Son datos del último informe que hoy han dado a conocer Fundación MAPFRE y la Asociación Española de la Pediatría, y que hace hincapié en que un día soleado con una temperatura moderada de poco más de 20 grados en el exterior puede incrementar la temperatura de los coches hasta superar los 40 grados en su interior, poniendo en riesgo la vida de los niños.
Jesús Monclús, Director de Prevención y Seguridad Vial de Fundación MAPFRE, recomienda que además, que “bajar un poco las ventanillas apenas reduce la temperatura en el interior, donde se pueden obtener con facilidad los 50 o 60 grados, y que ciertos revestimientos o elementos interiores de los vehículos pueden alcanzar temperaturas superiores a los 80 grados, suficientes para producir quemaduras por contacto”. Y además advierte que “para prevenir situaciones de riesgo es clave que no dejemos a los niños solos en el coche, ni siquiera por un minuto”.
Según la Asociación Profesional de Técnicos de Bomberos (APTB), los golpes de calor acaban todos los años con la vida de muchas personas. Por este motivo si observamos a niños y personas mayores, que son dos de los colectivos más vulnerables, en el interior de un vehículo, con riesgo de sufrir un golpe de calor, lo primero que hay que hacer es avisar a los servicios de emergencia, es decir al 112. También recomiendan intentar abrir el automóvil, pero haciéndolo siempre de forma segura, por ejemplo rompiendo el cristal de una ventanilla que esté lo más alejada posible del meno