Redacción, 16-04-2015.- Neurocientíficos del ‘NYU Langone Medical Center’ de la Universidad de Nueva York, en Estados Unidos, han descubierto cómo la poderosa hormona cerebral oxitocina actúa sobre las células cerebrales individuales para incitar comportamientos sociales específicos, como enseñar al cerebro materno a responder a las necesidades de los bebés. Este hallazgo podría conducir a entender mejor cómo utilizar la oxitocina y otras hormonas para tratar los problemas de comportamiento resultantes de la enfermedad o el trauma en el cerebro.
Hasta ahora, la oxitocina –a veces llamada la ‘hormona del placer’– ha sido mejor conocida por su papel en la inducción de la atracción sexual y el orgasmo, la regulación de la lactancia materna y la promoción del apego materno-infantil.
Pero no se conocían sus palancas precisas para el control de los comportamientos sociales. «Nuestros hallazgos redefinen la oxitocina como algo completamente diferente a una ‘droga del amor’; más bien como un amplificador y supresor de las señales neuronales en el cerebro», dice el investigador principal del estudio, Robert Froemke, profesor asistente en ‘NYU York Langone’ y su Instituto Skirball de Medicina Biomolecular