Redacción, 16-10-2018- El dolor puede aparecer en diversos procesos médicos o quirúrgicos. Se trata de una experiencia tanto sensorial, como emocional, muy desagradable para el paciente y que puede empeorar notablemente su calidad de vida, según recoge Vithas.
Como afirma la Dra. Mª Luisa Sheriff, Jefe de Servicio de Anestesiología del Hospital Vithas Nuestra Señora de América, “el dolor se puede controlar en la mayoría de los casos y ha de evaluarse como una constante vital más, una 5ª constante. El tratamiento precoz resulta más eficaz, por ello el paciente debe informar al personal sanitario en cuanto aparezca”.
Precisamente, debido al factor subjetivo que comporta el dolor, la valoración del propio paciente resulta esencial: “es quien mejor sabe si tiene dolor, cómo es y cuánto le duele”, señala la especialista, que añade: “existen una serie de escalas validadas que utilizamos para poder cuantificar ese dolor”.
En muchas ocasiones, además, el dolor se asocia a un componente importante de ansiedad que también se puede tratar. Asimismo, en aquellos casos en los que el paciente presenta dolor agudo postoperatorio, su control ha demostrado disminuir la incidencia de complicaciones tras la cirugía.
Con todo ello se pone de manifiesto el amplio abanico que se vincula el concepto actual de anestesiología. No solo se ciñe al acto anestésico en la cirugía, sino que abarca el antes y el después. En cuanto al dolor, los especialistas informan sobre el mismo de forma previa en la consulta de preanestesia: “explicamos cómo se controlará el dolor en el postoperatorio y entregamos un tríptico informativo al paciente, medidas que contribuyen a una mayor tranquilidad”, afirma la Dra. Sheriff.
Los tratamientos médicos específicos para el dolor se utilizan, tanto para prevenir su aparición, como para tratarlo en caso de que aparezca. “Siempre se establece un abordaje individualizado según la patología y las características de cada paciente y el tipo de cirugía” explica la Dra. Sheriff.