Redacción, 12-11-2014.- La OMS define el cáncer como un término genérico para un gran grupo de enfermedades que pueden afectar a cualquierparte del cuerpo. Dichas enfermedades también son nombradas por los especialistas como neoplasias y tumores malignos.
La inactividad física, la obesidad y el sobrepeso son aspectos a tener en cuenta, por lo que se recomienda mantener un peso adecuado en el rango de lo saludable para cada persona, realizar ejercicios físicos durante al menos 30 minutos y evitar el sedentarismo es muy importante.
Evitar ingerir bebidas azucaradas y limitar el consumo de alimentos ricos en energía y las frituras es otra medida para evitar padecer de cáncer, no es que esos alimentos causen directamente cáncer, pero el exceso en el consumo de alimentos que aporten energía tiene que ir aparejado con la manera de quemarlas porque de lo contrario se convierten en la grasa que hace aumentar el tejido adiposo.
Consumo de arnes rojas (res, cerdo, cordero) y de carnes procesadas tiene que ser moderado, es mejor hacer una dieta a base de pollo, mariscos, o legumbres en lugar de las carnes rojas. Éstas pueden estar asociadas con un mayor riesgo de enfermar de cáncer colorrectal.
Consumo de bebidas alcohólicas: limitar las bebidas alcohólicas y beber con moderación es algo que está en nuestras manos. Su consumo está asociado al cáncer de la cavidad oral, faringe, laringe, esófago, hígado, colorrectal y mama.
Los agentes infecciosos son responsables de casi el 22% de las muertes por cáncer en el mundo en vías de desarrollo y el 6% en los países industrializados. Hepatitis virales B y C causan cáncer de hígado; la infección por el virus del papiloma humano causa el cáncer de cuello uterino; la bacteria Helicobacter pylori aumenta el riesgo de cáncer de estómago.
Bajos niveles de sal: Las comidas deben poseer bajos niveles de sal, es importante evadir el consumo de alimentos elaborados con sodio, es decir los que se presentan en conserva, que representan la mayor ingesta de sodio en la actualidad por parte de las personas.
La contaminación ambiental del aire, del agua y del suelo con sustancias químicas cancerígenas representa el 1-4% de todos los cánceres.
La radiación ionizante es carcinogénica para los humanos, puede inducir leucemia y varios tumores sólidos, los mayores riesgos los tienen las personas que se exponen en edad joven.
Protección contra el sol y los rayos UV ayuda a prevenir algunos tipos de cáncer como, el cáncer de piel, el carcinoma de células basales, carcinoma de células escamosas y el melanoma.
Consumo de vitamina D puede disminuir el riesgo de cáncer colorrectal y otros tipos de cáncer.